Sobre el realismo y el fantástico, temas nucleares de 5to año, el diseño curricular dice:
"La evolución de la humanidad y el crecimiento de la persona permiten un vínculo más mimético con la realidad y comienzan a encontrarse razones y explicaciones que vinculan a la persona con el ambiente. En simultáneo, al tener la distinción de lo que se puede considerar realista, se abre la alternativa fantástica".
En consonancia con esa mirada, este artículo busca un primer acercamiento al realismo, el fantástico y la ciencia ficción a partir de algunas características que los distinguen y los asemejan.
Realismo
Tiene su momento de auge a partir de mediados del siglo XIX.
Busca describir lo más fielmente posible la sociedad de ese momento. Por eso, la literatura realista como Fortunata y Jacinta, de Benito Pérez Galdós, parte de lo general, el año en que sucede la historia, la ciudad donde sucede, y después va a lo particular, los personajes. Las características de los personajes también reflejan la época y el lugar en que viven. Por ejemplo, el protagonista de Merca, de Loyds, es un fiel representante de una clase alta lumpenizada: vive de fiesta en fiesta, consumista, desprecia a las mujeres y, en el fondo, se desprecia a sí mismo. La droga es la única forma que tiene de soportar su soledad.
La corriente realista se desarrolla en un momento en que los descubrimientos científicos dan un salto. Darwin con su teoría de la evolución, la electricidad llega a los hogares, la medicina avanza. Ese optimismo se ve traducido también en un intento de abordar objetivamente la literatura. Ya no habrá dioses, ni fantasmas, ni hechos inexplicables. El realismo intenta explicar todo. Todo lo que sucede tiene un correlato en la realidad, es decir, es verosímil.
Fantástico
En Argentina, el fantástico se populariza con los cuentos de Borges y Cortázar.
El infinito, el juego con el tiempo, lo inexplicable, perturban esa realidad donde echa raíces el realismo. ¿Podemos explicar todo lo que nos sucede? El fantástico busca la duda.
Desde muertos que vuelven a la vida en The Walking Dead, de Robert Kirkman, una chica que cree que un demonio la obliga a lastimarse en “Fin de curso”, de Mariana Enríquez, o adolescentes que saltan encima de un adulto en un recital de Violeta, en “Nunca lleves a tu hija a un concierto pop”, de Hernán Casciari, la literatura fantástica le plantea al lector una situación que se aleja de lo verosímil. Ya sea para generar humor o para inquietar al lector.
A donde no llega la ciencia ni lo objetivo, entramos al mundo de las sensaciones, de lo subjetivo.
Ciencia ficción
La ciencia ficción nace de los sueños. Julio Verne se preguntaba qué hay en la Luna. ¿Podremos llegar alguna vez ahí? ¿Cómo llegaremos? La novela De la Tierra a la Luna (1865) es la respuesta a esas preguntas.
Este género literario también proyecta una sociedad futura a partir del análisis o mirada crítica de la sociedad actual. ¿Cómo se desarrollará la tecnología dentro de 100 años? ¿Habrá autos voladores? ¿Superaremos la velocidad de la luz? Incluso permite miradas satíricas como la del tema “Año cero”, de Hernán “Cabra” de Vega. O la del cuento Marionetas SA, de Ray Bradbury, sobre las relaciones de pareja.
Si vivimos en una sociedad racista, ¿las sociedades del futuro serán más o menos racistas? “Un camino a través del aire”, uno de los cuentos de Crónicas Marcianas, de Ray Bradbury, narra cómo los negros de Estados Unidos, cansados de la discriminación, deciden abandonar en secreto el planeta. Los blancos, al comienzo indiferentes, intentan extorsionarlos cuando se dan cuenta de las consecuencias de esa pérdida.
Si el gobierno actual controla todo, ¿un gobierno del futuro será totalitario como en 1984, de George Orwell? ¿Habrá más o menos pobres? ¿Seremos más o menos libres? ¿Los libros estarán prohibidos como en Farenheit 451, de Ray Bradbury? ¿Y si un gobierno obliga a que todos sean igualmente mediocres, como en Harrison Bergeron, de Kurt Vonnegut?
Basada en el conocimiento cada vez más profundo del universo, la ciencia ficción desafía la mirada antropocéntrica. No todo se trata de nosotros. En alguna parte de la galaxia tiene que haber otras inteligencias. ¿Llegaremos a conocer extraterrestres? ¿Viajaremos a un planeta habitado? ¿Los extraterrestres vendrán a la Tierra? ¿Lo harán en paz? ¿Nos esclavizarán? ¿Qué forma podría tener un extraterrestre? ¿Y su sistema de gobierno? ¿Cómo influye la gravedad del planeta en su fisonomía?
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