¿Queda alguna duda de que las palabras adquieren vida propia apenas el autor las suelta en la hoja? Tan independientes son que nos abandonan y se van con otro autor. Lo peor es que, en algunos casos, el autor con el que se van ya pasó a mejor vida hace mucho tiempo. Pero, claro, las siguientes generaciones, poco propensas al desenterramiento de tumbas, se comen el sapo y reproducen esta especie de traición. Arturo Ortega Morán, en el blog Cápsulas de lengua, hace un rastreo en busca del origen de la famosa frase: "Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos". Desde el italiano Andrea Alciato (1492-1550) hasta el mismísimo Goethe e incluso por un proverbio turco. Les recomiendo que lean el artículo porque no tiene desperdicio.
¡Hasta pronto!
Volvió el yo escribo, ¡qué lindo!!!
ResponderEliminarNi bien pueda entro a pispear ambas páginas :-)
Qué loco, me encantó la búsqueda del origen de la frase, la desmitificación y la entrega de los honores al Goethe. Son súper interesantes estas cosas y es genial el camino de investigación que se hace para descubrir dónde nacen realmente.
ResponderEliminarBruno, por otro lado, me gustaría hacerte algunas consultas acerca de la carrera de letras de la UBA. Decime si puedo escribirte a alguna dirección particular o algo.
¡saludos!
Hola Caro, la verdad que sí, leer esas cosas hacen que te dé ganas de investigar. Te escribo a la dirección que figura en tu perfil, porque poner un mail en un comentario es convertir tu casilla en un depósito de spam. Salute.
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